viernes, 11 de septiembre de 2009

ARIO JOSÉ, OCHO AÑOS DE VIDA

TODO.... ABSOLUTAMENTE TODO TIENE FINAL.... y por desgracia me toca esta vez ponerlo a mí, mi perro, mi amigo, mi compañero de ocho años tiene una terrible enfermedad incurable, como la de mi padre, exactamente igual... la diferencia es que mi padre es humano y el es perro, y tengo que decidir yo hasta donde permito su sufrimiento y por afecto y convivencia el nuestro.
No sé si esta decisión mía, egoista y racional a la vez, no sé repito,si me dolerá más de lo que me está doliendo verlo sufrir y no poder hacer nada para evitar su dolor.
Dos días después de la durísima decisión de la eutanasia de mi perro, lo único que me ha quedado es un vacio inmenso, su olor sigue impregnado en mi estudio, en mi ropa, en mi coche... imagino que su olor, como el sentimiento se irá diluyendo en el tiempo... imagino que muchas lágrimas me quedan dentro hasta que mis emociones estén de nuevo colocadas en su sitio. Para quien no ama a los animales esto puede ser pura palabrería, para quien amó incondicionalmente a este bicho durante casi ocho años, es una de las épocas más tristes de mi vida.

1 comentario:

  1. Nunca he tenido un perro, ni ningún animal conmigo demasiado tiempo, pero imagino que si compartiera tantas cosas con él, para mi sería una enorme perdida y se que lo pasaría fatal, a veces son mejores que las personas, incondicionalemte fieles y amigos, piensa en la suerte que has tenido por todo lo que has compartido y qe a ese amigo le has evitado sufrir más de lo que debiera...

    Un beso

    ResponderEliminar