ESTE REGALO DE TERESA ABALDE, su último experimento visual, es propio de esta época y propio de la investigación estética. Son serenos, frios grises con negros, su casi firma artística, son los interiores de los que adornamos exteriores de panteón....
son la caja de pandora que nunca veremos pero que allí están, con su particular belleza, y esta vez es una belleza serena, y no inquietante. Mañana yo visualizaré el bronce del panteón de mi padre, imagino que debajo de sus losas estarán unos restos como estos que hoy nos ofrece Teresa. Un beso guapetona
