Todos, absolutamente todos tenemos algo que apartar, algo que esconder, algo que olvidar.... todos hemos ido arrinconando en nuestro domesticado subconsciente todo lo desagradable de nuestras vidas recientes, digo recientes porque las pasadas ya no nos pesan, por lo tanto ya no nos incomodan.
En el ejercicio de aunar flores, ramos, centros competitivos y demás recursos estéticos para ennoblecer a nuestros muertos, todos, en ese ejercicio consumista y tenebroso, hacemos acto de presencia con nuestro pasado incómodo, apenas agradable, porque sabemos que al dar la espalda a nuestros panteones, respiramos y buscamos ansiosamente la salida del campo santo, es cómo decir: Hasta el año que viene dolor !!
Pero a diario, cuando estamos con esos diez minutos de soledad voluntaria buscando posición entre las sábanas, en esos diez minutos de lucidez, pensamos que no todos nuestros pecados están pagados, nuestros fantasmas disolutos, y nuestros recientes cadáveres enterrados.... todos pensamos, que TENEMOS ALGO QUE ENTERRAR !!
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